En Venezuela existen 100
diarios, aproximadamente. En Caracas hay 15 diarios y en el interior circulan
85. En el último semestre han dejado de circular definitiva o temporalmente 10
diarios. Para la primera semana de febrero de 2014 esta cifra se había reducido
a 6. La razón fundamental de la salida de circulación es la falta de papel por
las restricciones gubernamentales para autorizar divisas para su importación.
Es difícil determinar la
cantidad de información que se ofrece diariamente a los lectores en las páginas
de los 94 diarios que circulan actualmente, pero es evidente que se ha reducido
la oferta informativa.
Otro enfoque, al que hay que
colocarle cifras, es que la mayoría de los diarios han reducido el número de
páginas entre un 20 a un 50%. La reducción obedece a la disminución del espacio
publicitario y a la escasez de papel.
También por la falta de papel se ha reducido el tiraje de la mayoría de los periódicos hasta en un 30% de su circulación habitual.
Los resultados de un simple
ejercicio matemático nos puede decir que si, por ejemplo, en Anzoátegui donde
circulan 11 diarios para un total de unos 70 mil ejemplares, aplicamos un
recorte de 25% en el tiraje, resulta que sólo están a la orden de los lectores
unos 53 mil 500 ejemplares. Pero, además, imprimen menos páginas. Esto
significa que hay menos noticias y otros contenidos editoriales.
Aquí no acaba todo.
Hasta ahora este breve
análisis descansa en términos matemáticos. Menos periódicos, menos circulación,
menos páginas; es decir: menos noticias, menos reportajes, menos entrevistas,
menos opinión, menos denuncias, menos investigación.
Lo peor de este fenómeno es
que aumenta la censura y se asume la autocensura ante las constantes presiones
gubernamentales y del Estado en todas sus instancias. Circulan menos diarios, con menos páginas y
menor circulación, pero informando a medias y ocultando información.
Amenaza el Ejecutivo,
amedrenta el Legislativo, acosa el poder judicial, te acorrala el Seniat, Indepabis,
presionan gobernadores, Pdvsa, empresas básicas, alcaldes, etc.
Ya ni los voceros del
Gobierno pueden ocultar el verdadero rostro de la situación. Es evidente que el
silenciamiento, la censura y la desinformación, es el objetivo que se han
trazado para ocultar la realidad que acosa a los venezolanos.
Eduardo Orozco
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